Niño dispara a maestra y alumnos en Torreón; 2 muertos y 6 heridos.

Por: Alberto Martín Ventura Grajeda.

Hechos lamentables.

Me levanté el día viernes 10 enero con una trágica noticia, que circulaba por diferentes medios y redes sociales, se trataba de un niño llamado José Ángel, el cual arremetió a disparos contra su maestra y sus compañeros de clase, un suceso lamentable, en el que al final el pequeño terminó con su propia vida.

Valores familiares.

Dios santo soy padre de familia de un nene, de entre esa edad, no puedo imaginar el dolor de sus familiares y por otro lado el gran dolor de los demás afectados, un hecho que sin duda nos invita a trabajar aún más en el aspecto familiar y afectivo, un suceso que cuestiona grandemente, la falta de temor de Dios hoy en día.

Ver, conmoverse y actuar.

Ante estos hechos ¿Qué hacer? Creo que en las escuelas deberían aumentar la seguridad, ¿Cómo es posible que un niño introdujera un par de armas? Y nadie se percatara de ello.

En las familias, abrimos más al diálogo que en este mundo “exprés” e individualista es cada vez más y más difícil lograrlo, tener más calidad de tiempo, y más momentos de sano esparcimiento, donde podamos dejar las redes y los videojuegos a un lado por un par de horas y no volvernos esclavos de las mismas.

En la sociedad organizar festivales o torneos deportivos donde podamos interactuar como comunidad y localidad, para conocernos mejor, o mejor aún para conocernos siquiera, porque en ocasiones no sabemos cuáles son los nombres de nuestros propios vecinos cayendo así en un aislamiento de nuestro propio entorno.

A nivel eclesial, ¿Pues que esperaban? Para nosotros el doble de esfuerzos, y trabajos, podemos organizar un rally, festivales bíblicos, torneos deportivos, teatro, cine, etc. todo relacionado con nuestra bella fe cristiana, y teniendo siempre un objetivo principal, invitar a todos a que se encuentren con nuestro Señor Jesucristo Vivo y Resucitado y poner en Él, todas nuestra angustia y confianza.

Oración por los difuntos.

Reza ahora, con fe y confianza en la misericordia de Dios, Padre santo, Dios eterno y Todopoderoso, te pedimos por (el nombre del difunto), que llamaste de este mundo. Dale la felicidad, la luz y la paz. Que él, habiendo pasado por la muerte, participe con los santos de la luz eterna, como le prometiste a Abraham y a su descendencia. Que su alma no sufra más, y te dignes resucitarlo con los santos el día de la resurrección y la recompensa. Perdónale sus pecados para que alcance junto a Ti la vida inmortal en el reino eterno.

Por Jesucristo, Tu Hijo, en la unidad del Espíritu Santo. Amén.

(Rezar un Padrenuestro y un Ave María) Dale, Señor, el descanso eterno y brille para él tu luz.

Oración por la paz.

Señor Jesús, tu eres nuestra paz, mira nuestra Patria dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad. Consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión. Protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, a nuestros pueblos y comunidades. Que como discípulos misioneros tuyos, ciudadanos responsables, sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en ti, nuestro pueblo tenga vida digna. Amén.